El tiempo para evitar un arbitraje internacional se está agotando. Honduras Próspera reitera la necesidad de establecer un diálogo formal con el Gobierno de Honduras bajo prácticas y protocolos internacionales que son habituales en procesos de diálogo entre inversionistas y Estados, que benefician a ambas partes y que son indispensables para encontrar una solución amistosa.
Para lograr conversaciones constructivas y productivas, las partes deben formalizar un acuerdo de no divulgación (“NDA”) que proteja las posiciones legales de ambas partes y les permita conversar entre sí con entera confianza, creando un ambiente donde las partes pueden compartirse información mutuamente y debatir potenciales soluciones sin temor a perjudicar sus posturas legales ante un potencial proceso de arbitraje. El diálogo bajo condiciones de “no divulgación” y “sin perjuicio” es una práctica internacional habitual e incluso es recomendada por el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) en sus Notas Prácticas para el Uso de Demandados.
Reiteramos que el Estado de Honduras ha garantizado la estabilidad y vigencia del marco legal de Próspera ZEDE por un periodo de 50 años, independientemente de si las reformas constitucionales o la Ley Orgánica de las ZEDE fuesen derogadas. Es evidente que el derecho nacional e internacional respalda las inversiones de Honduras Próspera y la operación de Próspera ZEDE, las cuales se amparan en las decisiones de los tres poderes del Estado de Honduras (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), expresadas mediante decenas de instrumentos y actos jurídicos, incluyendo la ratificación de tratados internacionales, la emisión de sentencias de la Corte Suprema de Justicia y la aprobación de reformas constitucionales, leyes especiales, actos administrativos, contratos de estabilidad jurídica y autorizaciones de inversión.
El modelo de negocio de Honduras Próspera, desplegado a través de la plataforma legal de Próspera ZEDE, ha logrado la generación de más de 1,100 empleos hondureños directos e indirectos y el establecimiento de alrededor de 100 nuevas empresas innovadoras nacionales e internacionales.
Confiamos que sólo a través de una mesa de diálogo bajo los estándares antes descritos lograremos evitar un arbitraje internacional y alcanzar una solución amistosa que nos permita seguir invirtiendo en Honduras y generando tan necesitadas oportunidades de empleo para la población hondureña.